El Sábado, antes de Cristo

4. El Sábado, antes de Cristo

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Cuando Dios proclamó el sábado desde el Sinaí, ¿lo ordenó sólo a los judíos y no para los cristianos?
Si así fuera, el mandamiento “No hurtarás”, y los demás mandamientos, serian también sólo para los judíos. Si el sábado fuera sólo para los judíos, todos los demás mandamientos serían también sólo para los judíos. En cambio, la Biblia dice que el sábado fue hecho para el hombre. Estas son las palabras del mismo Jesús: “El sábado par causa del hombre es hecho.” Marcos 2:27.

1. Durante la peregrinación de Israel por el desierto, ¿cuál era el reglamento para los que profanaban el sábado?
La ley general para los que desobedecían cualquier mandamiento decía: “La persona que hiciere algo con altiva mano, así el natural como el extranjero, a Jehová injurió; y la tal persona será cortada de en medio de su pueblo. Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y dio por nulo su mandamiento, enteramente será cortada la tal persona; su iniquidad será sobre ella.” Números 15:30,31.

Nota: La expresión “con altiva mano”, tiene el sentido de a sabiendas, obstinadamente, con desafío. Esta manera de tratar con los que quebraban la ley, se aplicaba a cualquiera de los mandamientos. En ese tiempo, Israel era una teocracia, lo cual significa que la iglesia y el gobierno civil eran uno y Dios era el gobernante directo. De ahí que las violaciones de la moral como lo son las civiles se castigaban directamente. Esto ayuda a ver la actitud de Dios hacia el pecado y lo que será el juicio final del pecado.

2. ¿Era la violación del sábado tan grave coma la desobediencia a los otros mandamientos?
“Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que juntaba leña en sábado. Y los que lo hallaron juntando leña, trajéronle a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; y pusiéronlo en la cárcel, porque no estaba declarado qué le habían de hacer. Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre, apedréelo con piedras toda la congregación fuera del campo. Entonces lo sacó la congregación fuera del campo, y apedreáronlo con piedras, y murió; como Jehová mandó a Moisés.’ Números 15:32-36.

Nota: No era sólo por recoger leña en sábado que ese hombre fue castigado; fue porque despreció la palabra de Jehová (Números 15:31). Al juntar leña en sábado mostraba su desprecio hacia Dios. Pero antes de castigarlo, Moisés lo encarceló hasta que se tomara la decisión. Mucho dependía de este caso. ¿Tendría el sábado el mismo valor que los otros mandamientos? Dios dio la respuesta. El sábado era tan importante como los otros mandamientos. ¡Qué lección para nosotros! ¡Nunca hablemos superficialmente del sábado de Dios ni lo profanemos por desafío!

3. ¿Qué fin tenía Dios al entregar el sábado al hombre?
“Sáquelos pues de la tierra de Egipto, y trajéelos al desierto; y díles mis ordenanzas, y declaréles mis derechos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá en ellos. Y diles también mis sábados, que fuesen por señal entre mi y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico.” Ezequiel 20:10-12.

Nota: Hay un gran significado en la aseveración de Ezequiel de que el sábado es señal de santificación. No respetar el sábado es un síntoma que revela la actitud hacia los otros mandamientos. Es rechazar a Dios, rebelarse contra ÉL. En cambio, la debida observancia del sábado es señal de obedecerle.

4. ¿Cuál fue una de las razones por la cual Judá estuvo cautivo durante 70 años?
“Así ha dicho Jehová: Guardaos por vuestras vidas, y no traigáis carga en el día del sábado, para entrar par las puertas de Jerusalén; ni saquéis carga de vuestras casas en el día del sábado, como mandé a vuestros padres; mas ellos no oyeron, ni inclinaron su oído, antes endurecieron su cerviz, para no oír, ni recibir corrección.
“Será empero, si vosotros me obedeciereis, dice Jehová, no entrando carga por las puertas de esta ciudad en el día del sábado, sino que santificareis el día del sábado, no haciendo en el ninguna obra; Que entrarán par las puertas de esta ciudad, en carros y en caballos, los reyes y los príncipes que se sientan sobre el trono de David, ellos y sus príncipes, los varones de Judá, y Los moradores de Jerusalén; y esta ciudad será habitada para siempre.
Y vendrán de las ciudades de Judá, y de los alrededores de Jerusalén, y de tierra de Benjamín, y de los campos, y del monte, y del austro, trayendo holocausto y sacrificio, y ofrenda e incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de Jehová.
Mas si no oyereis para santificar el día del sábado, y para no traer carga ni entrarla por las puertas de Jerusalén en día de sábado, yo haré encender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará.” Jeremías 17:21-27.

5. Después de volver del cautiverio babilónico, ¿qué actitud tomó el pueblo de Dios hacia el sábado?
“En aquellos días vi en Judá algunos que pisaban en lagares el sábado, y que acarreaban haces, y cargaban asnos con vino, y también de uvas, de higos, y toda suerte de carga y traían a Jerusalén en día de sábado; y protésteles acerca del día en que vendían el mantenimiento. También estaban en ellas tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en sábado a los hijos de Judá en Jerusalén.
“Y reprendí a los señores de Judá, y dijeles: ¿Que mala cosa es esta que vosotros hacéis, profanando así el día del sábado? ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios sobre nosotros todo este mal, y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el sábado?
“Sucedió pues, que cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del sábado, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del sábado; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de sábado no entrasen carga. Y quedáronse fuera de Jerusalén una y dos veces los negociantes, y los que vendían toda especie de mercancía. Y protésteles, y dijeles:
¿Por qué os quedáis vosotros delante del muro? Si lo hacéis otra vez, os echaré mano. Desde entonces no vinieron en sábado.
“Y dije a los levitas que se purificasen, y viniesen a guardar las puertas, para santificar el día del sábado.” Nehemías 13:15-22.

Nota: Nehemías no forzó a los que restaban fuera del muro a guardar el sábado. El sencillamente cumplió con su responsabilidad de alejarlos y hacerles saber que no podían comerciar en la ciudad el sábado. Dios nunca ha querido la observancia forzada del sábado. Ya que guardar el sábado es señal de santificación, sin una vida piadosa, el sábado seria una ceremonia hueca, que nunca puede sustituir la genuina santificación.

Conclusión
Después de su cautiverio babilónico los judíos comenzaron a comprender que la violación del sábado había sido una de las causas de sus calamidades. así, después del tiempo de Nehemías, no volvieron a convertir al sábado en día común de trabajo. Pero su error fue entonces tan seriamente fatal como su anterior error. Empezaron a considerar al sábado como medio de salvación, en vez de una señal de santificación. El sábado es de poco valor sin una santidad real.